Los
Pros, Contras y En fin de: Las Drogas Otras – LDO
Me encuentro con este disco, compartido por
quien dice ‘hacer como si’ toca la batería y canta en este grupo. Las Drogas
Otras se llama. LDO es el nombre del disco, fue subido por ellos mismos a
youtube y dura 12 minutos. Nada me puede entusiasmar más.
A ver.
Pros: Hay varios que se pueden enredar en uno, mayor, que recorre y acompaña todo el disco. Digámoslo del
modo más simple y sincero: quienes interpretaron y grabaron LDO la pasaron muy
bien. Este alto bienestar muchas veces puede ser nocivo, sobretodo al momento
de la escucha. Cuando es una verdadera fiesta, no hay lugar para invitaciones.
Pero no es el caso. En este festejo estamos invitados o al menos podemos entrar con o sin el
consentimiento de los anfitriones.
# Nos
reciben con un rústico, seco e in your
face sonido y no solo eso. De algún modo, cada canción está encarada desde
ese lugar directo y urgente que bien podríamos compararlo con el juego de un
niño, el juego de un gato o el juego de quienquiera jugar en serio.
# La
interpretación, si bien tiene momentos complejos (más tirando para el sector
Contras) hacen un gran trabajo. Todos están
ahí, creyendo en lo que están haciendo, o mejor y para seguir con la
reiteración: jugando a creer en lo que
están haciendo. Algo mucho más honesto y justo que toda salsa de creencias
e ideales sin pies ni alpargatas que tantas veces los músicos dicen tener. Pura
basura que en LDO no se escucha.
Contras: Lo que pienso nombrar ahora mismo me aqueja e infla de dudas. Pienso
que son Contras, imagino que a varios oyentes les puede parecer Contras pero
definitivamente no las percibo como tal.
# Hay varios momentos en el cual la batería y el sostén rítmico que aporta, se caen a pedazos en segundos de desconcierto y, como diría un filólogo francés que no recuerdo su apellido: pegan un trabazón de locos. En francés, se entiende.
# Hay varios momentos en el cual la batería y el sostén rítmico que aporta, se caen a pedazos en segundos de desconcierto y, como diría un filólogo francés que no recuerdo su apellido: pegan un trabazón de locos. En francés, se entiende.
Eso es así. Pero ¿quién puede decir que eso
sea malo, o sea parte de una mala interpretación instrumental? Muchos. Muchísima
gente. Muchísima pero yo no. Yo, y un grupo de enfermos siderales por los
sonidos, amamos esos momentos. Esos momentos de una supuesta mala
interpretación para nosotros (y sigo hablando en nombre de otros hasta que
caiga denuncia intergaláctica) la llamamos otra
interpretación. Y nos encanta. Y la guardamos en el roto podio que pisotea
todo ejemplo de ‘música bien’ o ‘música bien producida’ o ‘música bien
producida de la nada a la nada’ que tan en boga están, que tan lindas se van a
ver nadando en el olvido. Muerta sí, despeinada jamás.
# Ok.
El último tema. Vamos. Por qué! Qué hice yo para merecer esto! El disco iba tan
pero tan bien. En fin, LDO cierra con una especie de balada adolescente que
hace mil metáforas y preguntas que deberían ser retóricas y en realidad son muy
fáciles de contestar, es más, uno puede ir contestándolas a modo de coro
entusiasta. Pruébenlo, no falla. Y en el final-final, de repente hay un
prendido de distorsión en la voz y dice dos veces: DEJÁ LA PUERTA ABIERTA. Y uno queda
absolutamente desconcertado. Es un momento para odiar, que lo odié, pero que me
ha terminado fascinando. Nadie en el mundo lo podría haber hecho. Y pasó,
sucedió ahí y te ves riéndote parado en el micro y lo agradecés.
En fin: Que recomiendo muchísimo este disco. Las Drogas Otras se divierten y
nosotros también con ellos. Tocan bien y son sinceros. LDO dura 12 minutos, lo
que hace que en realidad dure horas de replays.
# Más que un número voy dejar una frase del
disco: yo no sé donde estoy, ni que quiere tu mamá, un fantasma me
persigue, pero lo voy a asustar.
Tan bueno.
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